La primera vez que estuve en Japón visité Nagoya, Kyoto, Tsumago y Magome. La segunda vez nos quedamos en Kyoto y desde ahí visitamos lugares varios, como por ejemplo Osaka. Pero tal y como reza el título de esta entrada, durante nuestra tercera visita a Japón, por fin nos decidimos a ir a la capital, Tokio (o Tokyo).

MWHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHA…..ACHO!!

Mari, insisto, mi prima la Charo conoce a una que vio el video de Ricky Martin y la mermelada, te lo juro por lo más sagrao.

Mira Juanita, ¿ves esto de aquí?…..es chorizo de Almendralejo, las tres primeras cruzadas van sin pe……

Ñññññññññññeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee

Endevé, endevé….

¡Uno más!

Llega la noche.

¡Singing in the rain!

Pa dentro que nos vamos, ¿que no?.

Va, sin mirar, ¡pa lante!.

Todo sea por disfrutar de una buena tarta tokiota.

Roppongi Hills style

Tokio Tower desde la lejanía

¡Una de bravas con salsa teriyaki picante!

Un viaje a Japón sin ver a Doraemon, no es un viaje a Japón.

No hay gente, se trata de un espejismo.
¿Me gustó?, sí, ¿volvería otra vez?, mmm no lo se.
Es una ciudad gigantesca con miles de cosas para ver y hacer, sin duda alguna creo que podría ser una ciudad maravillosa donde vivir ya que sin necesidad de salir a otros sitios, en Tokio puedes encontrar de todo.
Dicho lo cual, en una futura visita, creo que no volveríamos y simplemente optaríamos por concocer otros lugares menos famosos, incluso volver a Kyoto (sí, por alguna razón, me parece un sitio muy bonito y especial).