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Las piezas debido a su calidad y producción limitada tienen precios
en muchos casos prohibitivos.
También hacen más cosas a parte de cubertería, como esta pluma de porcelana para Mont Blanc.
En el año 1720 por miedo a que los falsificadores sacasen tajada del renombre que por entonces se había forjado, Friedrich Böttger ordenó que todas las piezas de porcelana Meissen estuviesen grabadas con el que a partir de entonces sería el símbolo de la casa, dos espadas cruzadas. Este hecho hace que la marca Meissen sea una de las más antiguas en el mundo.
Y como no podía ser de otra manera, en Düsseldorf tienen una tienda.